ABBA vuelve a la carretera


Hace algo más de diez años, el 6 de abril de 1999, se estrenaba en Londres «Mamma Mia!», un musical basado en las canciones del cuarteto sueco ABBA. Ni siquiera las creadoras del espectáculo, Catherine Johnson (autora del libreto), Phillyda Lloyd (directora), Judy Cramer (productora), ni tampoco los cuatro miembros del grupo (Björn Ulvaeus, Benny Anderson, Anni-Frid Lyngstad (Frida) y Agnetha Fälkstog) podían seguramente suponer que en pocos años el musical se convertiría en un auténtico fenómeno social.

Las cifras son elocuentes: actualmente existen quince producciones en marcha o a punto de estrenarse del espectáculo, que han visto ya en todo el mundo (se ha presentado en más de ciento sesenta ciudades de los cinco continentes) cuarenta millones de personas. Se han recaudado cerca de 1.500 millones de dólares a lo largo de sus diez años de representaciones.

A España llegó en noviembre de 2004; estuvo en cartel en el teatro Lope de Vega de Madrid hasta junio de 2007 y en noviembre se estrenó en Barcelona, donde estuvo en cartel hasta principios de este mismo año. Un millón y cuatrocientos mil espectadores la vieron en estas dos ciudades. El próximo 6 de agosto arrancará en el teatro Arriaga de Bilbao una gira que incluye de momento veintiocho plazas y que durará un año.

Al frente del reparto está la catalana Nina, que lleva casi cinco años metida en la piel de Donna, la protagonista del musical. «Es el público quien me da la energía suficiente para seguir después de tanto tiempo», dice la actriz y cantante, que subraya como gancho para los espectadores, además de las canciones, la historia, «muy potente».

Junto a Nina estarán en la gira Georgina Llauradó (Sophie), Marta Valverde (Tanya), Rita Barber (Rosie), David Castedo (Sam), Carlos Seguí (Bruno), Nando González (Javi) y Dani Diges (Sky). Algunos estuvieron ya en el estreno del musical hace cinco años y hay también quien procede del reparto barcelonés.

«Mamma Mia!» es un musical franquicia, como se conoce en el argot teatral a las producciones que se reproducen a imagen y semejanza del original, tornillo por tornillo y paso por paso.

Paul Garrington es el cancerbero encargado de velar por el producto. Ya dirigió los dos montajes anteriores y ahora ha puesto en pie la producción en gira. «No llevo la cuenta de los montajes de «Mamma Mia!» que he dirigido -ríe-; entre diez y quince, seguro».

«El espectáculo siempre es diferente -sigue-; la historia es la misma, pero el factor humano, el reparto, hace que cada una de las producciones tenga su sello propio». La principal diferencia entre los distintos montajes, dice, «está en las relaciones entre los personajes. En Corea, por ejemplo, un país asiático, la relación entre madre e hija es el centro de la vida en la sociedad, y el énfasis se pone ahí. En los países nórdicos, por otro lado, se acentúa el vínculo entre los amigos».

Nina es, dice Garrington, el eje en torno al cual gira la producción española. «Lleva cinco años interpretando a Donna y su personalidad se ha incorporado al personaje». Hay también estereotipos, como la pasión española, que están presentes en el montaje. «La sensualidad, la sexualidad, tienen un relieve mayor que en otras producciones; es verdaderamente sexy».

Para Garrington, buena parte del secreto del éxito de «Mamma Mia!» radica en la historia. «No se trata de juntar canciones de éxito; el poder de la obra está en su guión. Y en que es una historia que viene de sus canciones, que no hablan de conceptos generales sino de emociones humanas, muy personales, que llegan directas al espectador».


(ABC, 5-VIII-2009)

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